No es un héroe del T.B.O,
ni el que mató a Goliat, el gigante filisteo.
Es, el que se va de cursillos
con la pasta en los bolsillos.
¿A saber, del Banco de Santander?
No es Rodrigo de Vivar
campeando sobre Babieca
Es, el que va con Bermejo
a genocidiar conejos.
¡Vaya getas y encima van sin licencia!
¡Que ilustre esta delincuencia!
No es un caballero andante
a lomos de Rocinante.
Es un juez, un orondo funcionario
coche oficial y lacayos
y en su torre de Babel
se hacen viejas las sentencias,
prescriben los expedientes
y en carpetas empolvadas
las causas son olvidadas
hasta justo un día después.
¿Resueltos por prescripción
cuántos autos de Garzón?
Y el faisán en un cajón olvidado
a punto de agonizar.
¿Qué más da?
Vaya celo se esconde bajo la toga,
y el birrete, es un alto minarete
un púlpito donde se airean,
secretos que al viento ondean
en la voz de Gabilondo,
yo diría que huele a tongo
o mas bien diría que apesta.
¿Hay una mano siniestra?
¿O un mandado por el alto magistrado?
Si me paso, usted perdone.
Permíteme recordarte, azote de dictadores,
que olvidaste los mejores.
Esos que aún hoy colean, léase,
el dictador de Guinea,
el barbudo de
ó el del Frente Sandinista
Daniel Ortega ¿Guerrillero o terrorista?
Qué me dices de Carrillo,
¿O los muertos por los rojos
no tienen rostro, ni ojos,
ni parientes, ni merecen que los mienten?
Que penas das juez errante,
al final, quedarás como un tunante,
aprenderás, que tras la lucha bastarda
ninguna cartera aguarda.
Fuiste ministro a la espera y ahí te quedas.
Escribes fantásticamente, expresas fabulosamente. De donde sale una mente tan prestigiosa? Una maravilla.
ResponderEliminarMiguel
ole,ole y ole!
ResponderEliminarEscribe algo piojosa!!
ResponderEliminarLa Regorita