jueves, 6 de mayo de 2010

Garzón, un héroe incomprendido.

No es un héroe del T.B.O,

ni el que mató a Goliat, el gigante filisteo.

Es, el que se va de cursillos

con la pasta en los bolsillos.

¿A saber, del Banco de Santander?

No es Rodrigo de Vivar

campeando sobre Babieca

Es, el que va con Bermejo

a genocidiar conejos.

¡Vaya getas y encima van sin licencia!

¡Que ilustre esta delincuencia!

No es un caballero andante

a lomos de Rocinante.

Es un juez, un orondo funcionario

coche oficial y lacayos

y en su torre de Babel

se hacen viejas las sentencias,

prescriben los expedientes

y en carpetas empolvadas

las causas son olvidadas

hasta justo un día después.

¿Resueltos por prescripción

cuántos autos de Garzón?

Y el faisán en un cajón olvidado

a punto de agonizar.

¿Qué más da?

Vaya celo se esconde bajo la toga,

y el birrete, es un alto minarete

un púlpito donde se airean,

secretos que al viento ondean

en la voz de Gabilondo,

yo diría que huele a tongo

o mas bien diría que apesta.

¿Hay una mano siniestra?

¿O un mandado por el alto magistrado?

Si me paso, usted perdone.

Permíteme recordarte, azote de dictadores,

que olvidaste los mejores.

Esos que aún hoy colean, léase,

el dictador de Guinea,

el barbudo de la Habana,

ó el del Frente Sandinista

Daniel Ortega ¿Guerrillero o terrorista?

Qué me dices de Carrillo,

¿O los muertos por los rojos

no tienen rostro, ni ojos,

ni parientes, ni merecen que los mienten?

Que penas das juez errante,

al final, quedarás como un tunante,

aprenderás, que tras la lucha bastarda

ninguna cartera aguarda.

Fuiste ministro a la espera y ahí te quedas.

3 comentarios:

  1. Escribes fantásticamente, expresas fabulosamente. De donde sale una mente tan prestigiosa? Una maravilla.
    Miguel

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  2. Escribe algo piojosa!!
    La Regorita

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