viernes, 20 de marzo de 2009

A SANDRA PALO

Me sobra el tiempo y la rabia
Para llorar por ti.
Me sobra el tiempo y las ganas
Para rezar por ti
Me sobran las razones
Para gritar de rabia
Para no perdonar ni ahora
Ni en mil años
Para exigir justicia.
Para pedir que no haya sol
Ni pan,
Ni agua,
Ni perdón,
Ni misericordia,
Ni piedad,
Ni reinserción
Ni caminos de tierra,
Ni caminos de asfalto, fuera de las rejas del penal.
Quien tiene el poder de perdonar
Por el daño que hicieron a otros.
Con que palabras
Se da voz a los muertos,
Con que luz
Se iluminan sus tinieblas,
Con que argumentos
Se justifican sus muertes
Con que pañuelos
Se enjugan las lágrimas,
Con que magia
Desaparece el dolor
El dolor que se enquista
En el pecho de una madre,
Y no permanece larvado,
Y no lo mitiga el tiempo,
Ni la fe,
Ni siquiera la justicia,
Que justicia
Devuelve la vida a un inocente
Que justicia
Devuelve la paz a los suyos
Que justicia
Destierra la locura del alma
Que justicia desarraiga
El dolor de la sangre
Quien soy yo para perdonar
Quien es nadie para perdonar
Ni en nombre de Dios
Ni en nombre de la ley,


No hay perdón para los miserables
Que siegan el destino de los otros
No hay perdón.
Solo una madre tiene el poder de perdonar.
Y una madre
No perdona ni a Dios
La muerte de un hijo.

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